La séptima corona llegó para Sébastien Ogier, quien la conquistó en la última fecha del Campeonato Mundial de Rally que se disputó en Monza, y que celebró junto a su navegante Julien Ingrassia y al equipo Toyota Gazoo Racing, bajo la dirección de Tommi Mäkkinen.
Ogier aprovechó para ganar la prueba de asfalto con el Yaris por 13,9 segundos y llevarse la corona por ocho puntos sobre su compañero Elfyn Evans quien tras el fuera de camino del sábado, se reenganchó e intentó recuperar los puntos perdidos, pero apenas pudo sumar tres puntos en el Power Stage, que ganó Takamoto Katsuta también con un Toyota Yaris.
El campeón saliente Ott Tänak terminó segundo en la clasificación general, 1.4 segundos por delante de su compañero de equipo en Hyundai, Dani Sordo. Este doble podio fue suficiente para asegurar el segundo título consecutivo de constructores para la fábrica coreana.
