Un 1° de mayo pero de 1994, el tricampeón mundial de Fórmula 1 sufría un fatal accidente mientras lideraba el GP de San Marino en Imola.
El Gran Premio de San Marino, la tercera fecha de la temporada 1994 del Campeonato Mundial FIA de Fórmula 1 en el Autódromo «Enzo y Dino Ferrari» de Imola, quedará en el recuerdo por ser la competencia más negra de la historia de la máxima categoría y del automovilismo mundial.
El fuerte accidente del brasileño Rubens Barrichello durante los entrenamientos del viernes y la muerte del austríaco Roland Ratzenberger luego de un accidente fatal en clasificación, hablaban de un GP que retrocedía en el tiempo a una época donde la seguridad en las carreras de Fórmula 1 era muy precaria.
Sin embargo, nadie se imaginó lo que pasaría en la carrera final. En la largada, J.J. Lehto se quedó en la partida y fue embestido por Pedro Lamy, provocando que los restos de los autos se dirijan hacia la tribuna de espectadores. El Auto de Seguridad interrumpió la velocidad hasta la vuelta 5, cuando reapareció la bandera verde.
El Williams N° 2 venía a fondo perseguido de cerca por el Benetton N° 5 de Michael Schumacher -quien terminaría siendo el ganador de la carrera y del campeonato 1994- hasta que en la curva «Tamburello» de la vuelta 6, Senna se siguió de largo y embistió contra el muro de contención a más de 210 Km/h.
El «Enzo y Dino Ferrari» quedó en silencio al ver al tricampeón mundial siendo asistido por los médicos encabezados por el Dr. Sid Watkins. Diez minutos que parecían eternos desde el accidente hasta el traslado en helicóptero hacia el Hospital Maggiore de Bolonia, nosocomio donde horas después se anunciaría el triste final de Ayrton.
A partir de ese trágico Gran Premio de San Marino, nació la leyenda que varios de los amantes del automovilismo conocen. Después de ese «último adiós» en São Paulo unos días después, con un millón de personas presentes, todo ha cambiado.
El deporte motor cambió por completo desde la partida de Senna. El factor de seguridad cambió para bien en varios aspectos, tanto para los autos y los pilotos como para los circuitos que sufrieron cambios drásticos; el más recordado fue el Autódromo «Oscar y Juan Gálvez» de Buenos Aires, en el que se construyó el circuito N° 6 en función de evitar las altas velocidades para volver a recibir a la Fórmula 1 en 1995.
Banderas, cascos, remeras, calcomanías, réplicas de autos, y algún que otro momento un «Me acuerdo cuando Senna…» son las cosas que hacen que la pasión a Ayrton continúe presente en cada 20 de marzo y 1° de mayo, y que las futuras generaciones aprendan lo que Senna fue como piloto y como persona.
El 1° de mayo se recuerdan los hechos acontecidos del año 1994 en San Marino, pero al mismo tiempo de recuerda a la persona que nos dejara físicamente y que dejó una gran huella marcada en nuestro recuerdo: Ayrton Senna da Silva.
