El español que disputará por segundo año las 500 de Indianápolis en IndyCar, compitió en las 500 de Daytona, volverá a girar en un F1 tras su retiro, ahora iré por un desafío más: el Dakar.
Fernando Alonso dará un paso más hacia el Dakar esta misma semana, toda vez que el piloto asturiano se pondrá a los mandos de un Toyota Hilux V8 4×4 en Sudáfrica. Se trata del mismo vehículo que utilizó Nasser Al-Attiyah para ganar el raid más duro del mundo el pasado el mes de enero. Este test promovido por Toyota Gazoo Racing South Africa tendrá lugar -entre el miércoles o el jueves- en la Provincia de Cabo Norte, en una región desértica semiárida que se encuentra en la frontera con Namibia y Botswana, en el conocido como Parque transfronterizo de Kgalagadi.
Según ‘RaceFans’, medio que ha desvelado este test, la ubicación escogida no es aleatoria según explica, ya que se trata de una región que se utiliza de forma habitual para este tipo de pruebas, así como para rutas y expediciones todoterreno. Además, se trata de una comarca que no está lejos de la base de Toyota Gazoo Racing South Africa, situada en las afueras de Johannesburgo, lo que facilita toda la logística de esta sesión de pruebas. En este aspecto, este test puede ser clave para que Fernando Alonso termine por dar el salto al mundo ‘off-road’ e incorporar el Dakar a su lista de tareas pendientes.
Más allá de este test, el objetivo a corto plazo de Fernando Alonso pasa por conquistar las 500 Millas de Indianápolis en su segunda participación, último paso necesario para lograr la ‘Triple Corona’. Además, tras ganar las 24 Horas de Daytona y las 1.000 Millas de Sebring, el asturiano todavía tiene dos citas de resistencia pendientes en una recta final de la temporada 2018-19 del WEC en la que se juega lograr el título de campeón del Mundo de Resistencia. Un propósito que va ligado a sumar un segundo triunfo en las 6 Horas de Spa y ganar por segunda vez en Le Mans.
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