Marc Márquez está analizando la posibilidad de correr este fin de semana en Jerez, apenas cinco días después de la cirugía que se le practicó para fijar la fractura en el húmero derecho que se hizo el domingo pasado.
El piloto de Honda sufrió una tremenda caída durante la primera carrera de la temporada mientras llevaba a cabo una frenética remontada, en la que se rompió el brazo derecho tras recibir el impacto de su propia moto.
Aunque inicialmente se temió por la posibilidad de que el nervio radial hubiese quedado afectado, las exploraciones posteriores confirmaron que no.
Márquez voló el lunes por la tarde a Barcelona, donde el martes por la mañana fue intervenido en la Clínica Dexeus por el equipo del doctor Xavier Mir. Este miércoles por la mañana recibió el alta y se marchó a su casa, en Cervera (Lleida), donde comenzó la rehabilitación.
El español se fijó inicialmente como objetivo prioritario tratar de reaparecer en Brno, tercer gran premio de la campaña (9 de agosto). Pero la inyección de moral que supuso el saber que el nervio no estaba afectado podría llevarle a intentar lo imposible por volver a viajar a Jerez, con la intención de subirse a la moto e intentar sumar algunos puntos que pueden ser vitales en un campeonato acortado –de momento a 13 carreras que podrían llegar a ser 15 si se confirmaran las de Tailandia y Malasia– por el impacto del coronavirus.
A lo largo de las próximas horas, Márquez evaluará su estado y en función de sus sensaciones se podría plantear regresar al circuito andaluz con su equipo.
El de Honda podría retrasar su llegada a Jerez hasta el sábado, que es la fecha límite para todo aquel que quiera disputar la prueba y cuando queda formada la parrilla de salida.
