Semanas atrás, durante las pruebas en el Gálvez, la Suzuki de Nicolás Tortone sufrió una grave rotura: dobló las 8 válvulas de escape y rompió el cigüeñal. Y a pesar de los múltiples esfuerzos de sus mecánicos, el motor no estará listo para la competencia en Buenos Aires.
El piloto platense recién podrá volver a las pistas para la carrera en San Nicolás.
La rotura
Tres semanas atrás venía realizando muy buenos registros en el último entrenamiento comunitario en el Gálvez, antes de la veda del circuito. De Ascari a la horquilla sintió una falla en su Suzuki GSXR 1000 que se hizo notoria.
“Estaba llegando al frenaje de la horquilla, intentaba incorporarme para empezar a frenar y el motor se puso al corte, enseguida manoteé el embrague rápido y se apagó el motor porque detecto la falla, seguí con el envión, le quise dar marcha y se notaba que el motor giraba suelto. Ahí me di cuenta, me pude imaginar el daño”.
El piloto platense relata la avería de su motor.
“Por suerte no se corto ninguna válvula, pero se doblaron las 8 de escape, hay que cambiar el cigüeñal, alguna guía, el cojinete y calculamos que estará en condiciones para ponerla en pista. Estamos a la espera de algunos elementos que no llegaron y junto al equipo estamos planificando tenerla lista para la cita de San Nicolás”.
Luego agregó: “Estoy dolido porque teníamos mucha expectativa para Buenos Aires. Hay muchos seguidores de la marca, los grupos de redes sociales, incluso directivos de la empresa que iban a estar presentes para acompañar a la única Suzuki de la categoría”.
“Siento haberlos defraudado pero lo conversábamos con el equipo y no tiene explicaciones lo que pasó. Fue una rotura extraña, muy atípica. Ahora a pensar en San Nicolás que como es cerca de Buenos Aires se que vendrá mucha gente a acompañarme. Vamos con la cara en alto y por la revancha”, cerró Tortone.
