El equipo McLaren empezó una acción legal inmediata en las cortes británicas en busca urgente de financiamiento para evitar problemas de flujo de caja.
McLaren busca poder utilizar como aval sus instalaciones de Woking y la colección de coches históricos de carreras en relación con un crédito emitido anteriormente.
En esencia, el Grupo McLaren quiere levantar esos avales para usarlos como garantía en una operación nueva y poder así recaudar en las próximas semanas los alrededor de 309 millones de euros que necesita para asegurar su futuro a largo plazo.
Los argumentos que da McLaren para pedir una resolución rápida indican lo urgente que es la necesidad de financiación.
Análisis de la situación
En los documentos lo explican así: «Si bien el Grupo McLaren tiene suficiente liquidez para cumplir con las obligaciones que vencen a corto plazo, se requiere más liquidez antes del 17 de julio de 2020». Señalan, además, que «una liquidez de aproximadamente 309 millones de euros sería suficiente para que el Grupo McLaren pueda mantener sus operaciones hasta 2021».
Y añade: «Esta situación no es culpa del Grupo McLaren. Más bien, ha sido provocada por la pandemia de la COVID-19, que ha causado estragos en la economía del Reino Unido y ha amenazado el medio de vida de millones de personas y la viabilidad de muchos empresas».
Las transacciones propuestas, permitirán al Grupo McLaren tener la liquidez adicional que se requiere para garantizar su continuidad como empresa hasta 2021. Eso proporcionará un beneficio significativo a los acreedores del Grupo McLaren.
Entre las transacciones propuestas por McLaren para evitar problemas de flujo de efectivo se incluye la venta de sus propiedades y arrendarlas a los nuevos propietarios, y vender parte de su patrimonio de coches históricos a una persona independiente.
Otra propuesta alternativa para esos coches es venderlos a una subsidiaria recién creada dentro del Grupo McLaren, que luego podría obtener un préstamo respaldado por activos de un tercero.
Sin embargo, hasta ahora McLaren no ha logrado poder usar como aval sus instalaciones y coches, y por tanto no han podido llevar adelante sus planes.
En un intento por lograrlo, McLaren Holdings presentó una reclamación en el Tribunal Supremo del Reino Unido el 8 de junio contra UK Bank Trustees Ltd, que aparece definido en los documentos judiciales como un «Avalista bajo los acuerdos financieros existentes del Grupo (…) como administrador de varios acreedores financieros del Grupo».
McLaren afirma que se deben levantar esos avales bajo ciertas circunstancias, y que la compañía es «responsable de certificar si existen las circunstancias prescritas».
McLaren explica además que un «grupo ad hoc de acreedores (incluidos los fondos de cobertura y los inversores de deuda en dificultades) que tienen un interés beneficioso en dos series de bonos emitidos por el Grupo (los» Titulares de Bonos Ad Hoc «) han afirmado que sería ilegal que el avalista liberara la transacción».
«De hecho, recientemente amenazaron con demandar al avalista por incumplimiento del deber si se levanta el aval que pide la compañía. Esa amenaza ha colocado al avalista en una posición envidiosa y ha puesto en peligro los esfuerzos urgentes de la empresa en recaudar nuevos fondos».
McLaren dice que esos acreedores han rechazado las transacciones propuestas, y quieren realizar las suyas propias, y «están buscando crear una situación en la que el Grupo no tenga más remedio que aceptar su propuesta de financiación alternativa (en los términos que ellos decidan), independientemente del impacto en los demás acreedores del Grupo y sus partes interesadas».
El tiempo es crucial, y McLaren teme que un juicio largo y prolongado requiera demasiado margen para resolver la situación.
«Por lo tanto, el objetivo de los Titulares de estos bonos parecer ser crear una situación en la que el Grupo se quede sin tiempo y se vea obligado a abandonar las transacciones propuestas», añadió McLaren.
En una audiencia por videoconferencia celebrada el pasado viernes, el juez Anthony Mann señaló que el margen era muy optimista, pero aceptó que era esencial una resolución rápida, y el juicio empezará el 2 de julio.
