El Mundial de MotoGP pone proa hacia las tres semanas de definición del torneo con tres carreras en domingos consecutivos con un marco de complicación en lo que se define como «segunda ola» de la pandemia de COVID-19 en parte de Europa. Dos GGPP en Valencia el 8 y 15 de noviembre y la coronación el 22 del mismo mes en Portimao son las competencias del cierre de año.
«Si queremos que se nos permita continuar organizando carreras, tenemos que demostrarle al mundo exterior que estamos respetando las condiciones acordadas como condición para obtener el permiso»
España implementó la acción del estado de alarma y un toque de queda. Ante ello, Dorna Sports aseguró que las carreras no están en riesgo, en la voz del CEO Carmelo Ezpeleta. Al mismo tiempo, se han cursado las recomendaciones a los equipos para que se evite la «relajación» de los controles personales.
Carta a los integrantes del paddock
La Asociación de Equipos del Mundial de MotoGP (IRTA) afirma que el máximo peligro a la hora de contraer el virus está en los viajes y movimientos fuera de la «burbuja» del circuito y el hotel. Esto indica que el hecho de viajar a sus casas entre carrera y carrera representa una complejidad de control, contrario al ambiente regularizado con protocolos en los fines de semana de competición.
La carta está firmada por Mike Trimby, CEO de IRTA, recuerda que el protocolo médicos de MotoGP hace que «el paddock, probablemente, presente un riesgo mínimo de infección» y que «el mayor peligro proviene de las personas que contraen la enfermedad en sus hogares o durante los viajes«.
Con esta base surge el pedido de encapsular a todos durante los tres últimos fines de semana: «Para el próximo doble evento en Valencia y el evento final en Portimao, recomendamos encarecidamente que permanezca con su equipo o compañeros de empresa dentro de la burbuja del paddock-hotel, y que no viajen a su casa u otros lugares entre carreras«, enfatizó el escrito.
De hecho, esto fue ratificado por el punto de vista del líder del campeonato, Joan Mir (Suzuki) cuando reconoció que «en este momento el mayor rival es el COVID-19«.
