Los copilotos de las competencias de rally realizan un trabajo que muchas veces pasa inadvertido, pero como dice el dicho en el mundo tuerca, “un navegante copiloto no gana un rally, pero puede hacer que se pierda”.
Un navegante tiene como misión principal guiar al piloto en todo momento, tanto en el reconocimiento de ruta o durante la carrera misma, entregando las indicaciones necesarias para acortar los tiempos del recorrido.
Además, debe anotar todo lo que dice el piloto durante el reconocimiento de la ruta transcribiéndolo con una simbología propia que le permita tomar nota del dictado a gran velocidad para luego entregarle esas instrucciones durante la competencia.
En este último punto uno de los atributos que deben tener los acompañantes es la capacidad para retener mucha información a corto plazo con el objetivo de no pedir al piloto que repita algún dato que lo pueda desconcentrar de la conducción.
La capacidad de organización también es fundamental en un buen navegante, pues antes de correr los rallys se realiza mucho papeleo administrativo, documentaciones, mapas, información de la prueba, aristas mecánicas y otras gestiones propias de la competencia.
Por otro lado, el orden con los números y tiempos que se marcan en la carrera también debe ser manejado sin titubeos por el navegante con el objetivo de entregar la información lo más clara posible al piloto y poder llevar claridad de los cronometrados que se marcan.
Asimismo, en las asistencias deben indicar a los mecánicos del tiempo que se dispone para realizar las reparaciones necesarias al vehículo, además de preparar todos los aspectos técnicos del vehículo, como neumáticos, suspensión, etc.
En otras palabras, el trabajo del navegante cobra vital importancia durante la competencia.
