Notable triunfo de Rubens Barrichello en el Circuito N°6 del autódromo “Oscar y Juan Gálvez” de la Ciudad de Buenos Aires, trazado que en su momento lo recorrió con los autos de Fórmula 1 durante los Grandes Premios de Argentina entre 1995 y 1998, y quien concretó con el Toyota Corolla su nueva visita al escalón más alto del podio de Súper TC2000, repitiendo no solo lo hecho ayer en la carrera clasificatoria, sino hace un mes cuando también se impuso en la prueba de Top Race, entonces con el Camry de Toyota Gazoo Racing.
En esta prueba, el brasileño fue quien encabezó las 25 vueltas con un ritmo estable y consiguiendo una importante ventaja sobre Nicolás Moscardini, quien con el Honda Civic fue su escolta hasta que se produjo a pocos giros del final un fuerte golpe del Renault Fluence de Matías Milla, quien impactó contra las defensas del ingreso a boxes, luego de un roce involuntario con el Toyota de Ricardo Risatti, cuando intentaba hacer una maniobra defensiva, y que motivó una neutralización con el Auto de Seguridad.
Cuando se produjo el relanzamiento, Barrichello mantuvo su liderazgo, y Moscardini intentó defender el segundo lugar ante Agustín Canapino, pero este, quien había largado desde el 12° puesto, contó con una importante prestación en su Chevrolet Cruze y dio cuenta del joven piloto platense, para completar el podio porteño.
Ese resultado, le permite al arrecifeño acortar la diferencia en el campeonato con Matías Rossi, quien abandonó debido a que el motor de su Toyota tomó temperatura, luego de una férrea disputa con Leonel Pernía y Bernardo Llaver, con quienes se rozó y producto de ello transitó en varias ocasiones fuera de la pista, provocando que el pasto bloqueara el ingreso de aire a los radiadores.
Debido a las incidencias y disputas al límite de la regla, los comisarios deportivos mantuvieron en suspenso la clasificación de la carrera, desde el cuarto lugar en adelante, analizando las maniobras con los protagonistas y determinaron las exclusiones de Milla, por no respetar el artículo 32.1 de las «Prescripciones para Pista» del RDA, sobre adelantamientos y conducción, y a Llaver, por reiteración de «maniobras peligrosas». Por su parte, Pernía fue apercibido.
